sábado, 6 de diciembre de 2014

La historia no contada del euro





El 9 de noviembre de 1989 el Muro de Berlín era asaltado por los ciudadanos de la República Democrática Alemana que decidían pasar libremente hacia La otra Alemania; La Republica Federal.
Ese día comenzó de hecho el proceso de reunificación Alemán.
Proceso que tendría carta legal con el tratado de 12 de septiembre de 1990 conocido como el “Tratado 2+4”, firmado por las dos Alemanias más USA, Francia, Gran Bretaña y la Unión Soviética.
Este tratado restablecía la integridad Alemana y esta renunciaba a cualquier reclamación territorial respecto a las fronteras anteriores a la II Guerra Mundial. El tratado entraría en vigor el 15 de marzo de 1991.
A partir de ese momento la situación se puede definir como la de un país con dos economías.
Una basada en los estándares occidentales, con reglas de economía capitalista de mercado y la otra basada en una economía dirigida de planificación socialista.
Por otro lado las políticas reformistas de  Mijaíl Gorbachov conocidas como la Perestroika, son una oportunidad de oro para la élite dominante occidental.

Esta élite, que aparenta camaradería y amistad hacía Mijaíl Gorbachov y la URSS. Hará todo lo posible entre bastidores para dar el puntapié definitivo a la Unión Soviética.
Para que esto sea posible es fundamental que el nuevo escaparate de las “bondades occidentales” se imponga sobre el perverso régimen Soviético.
Ese escaparate será la reunificación alemana que tenía que convertirse en un éxito.
Éxito que permitiría la expansión de la OTAN hasta las fronteras rusas y porque no hasta las puertas del mismísimo Kremlin si había alguna oportunidad.
A las preocupaciones de Gorvachov por la rapidez con que la URSS se estaba desintegrando se unía otra de carácter familiar; el estado de salud de su esposa  Raisa aquejada de episodios de tensión arterial que terminarían en una apoplejía.


En esa tesitura Gorvachov solo recibía buenas palabras de sus colegas occidentales en el sentido de que la Guerra Fría había terminado y que la OTAN no movería sus fronteras salvo en el caso de la extinta RDA que al pasar a formar parte de la RFA y siendo esta un país de la OTAN no les quedaba más remedio, casi por obligación, que acogerla en el seno de esa organización.
Estas promesas que no quedaron escritas en ningún documento jamás serían cumplidas.
Igor Maximytchev, consejero de la embajada de la URSS en Berlín y acompañante asiduo de Gorvachov durante las reuniones de la época, declararía años más tarde:

“La reunificación de Alemania era un paso lógico, pero a condición de que la URSS participase en la nueva Europa y que la OTAN no se acercara a nuestras fronteras”.
 “Gorbachov había puesto esta condición y los líderes occidentales así se lo ratificaron”, insiste. “Desgraciadamente, ningún documento fue firmado en este sentido”.

Como dije antes el objetivo número uno era la reunificación y esta no podía fallar para la posterior expansión de la OTAN hacia el este.

Datos previos a la reunificación alemana

La RFA había tenido un crecimiento económico más que aceptable a partir del acuerdo de Londres de 1953 en el que se acordó condonar el 62% de toda la deuda externa contraída por este país desde el final de la I Guerra Mundial hasta la fecha del acuerdo.

(Que contrasta con la actual (2010-2014) posición alemana sobre la deuda de otros países miembros del euro.)

Ese crecimiento comenzo a estancarse a finales de los años ochenta.



Otro de los mitos es que Alemania siempre ha sido un país exportador por sus grandes capacidades industriales.
Lo que observando la siguiente tabla se demuestra que no es cierto.
Alemania ha tenido una fuerte dependencia del exterior. Dependencia que terminaría en el periodo 1993/1995 coincidiendo con el fin del proceso de reunificación y la posterior puesta en circulación del euro que siempre he sostenido no es nada más que un tipo de cambio fijo con el Marco Alemán, que ha permitido a la nación germana fagocitar gran parte de la industria europea en su favor, en especial la de los países que en su día formaban parte del Pacto de Varsovia.
Comercio exterior de Alemania
Comercio externo de Alemania, millardos de Dolares, 1970-2012
Año
Comercio externo

Exportación
Importación
Total

1970
34
37
-3

1971
38
43
-5

1972
46
51
-5

1973
64
68
-4

1974
85
87
-2

1975
88
96
-8

1976
99
110
-11

1977
113
126
-13

1978
137
151
-14

1979
165
197
-32

1980
186
231
-45

1981
169
201
-32

1982
170
191
-21

1983
164
188
-24

1984
166
186
-20

1985
177
191
-14

1986
234
237
-3

1987
282
285
-3

1988
311
314
-3

1989
328
335
-7

1990
425
426
-1

1991
466
473
-7

1992
496
504
-8

1993
441
438
3

1994
490
483
7

1995
599
584
15

1996
604
581
23

1997
591
563
28

1998
623
593
30

1999
627
608
19

2000
630
624
6

2001
654
617
37

2002
716
626
90

2003
866
771
95

2004
1051
913
138

2005
1143
999
144

2006
1321
1158
163

2007
1568
1335
233

2008
1745
1517
228

2009
1400
1238
162

2010
1574
1389
185

2011
1837
1648
189

2012
1774
1572
202


La Alemania del este con una economía basada y planificada en el comercio con la URSS y resto de naciones del pacto de Varsovia no se encontraba en su mejor momento, si es que algún día lo tuvo, por otro lado apenas hay datos fiables de esa economía.

La reunificación

Para facilitar la rápida reunificación la RFA se había comprometido a hacerse cargo de toda la deuda pública y exterior de la RDA.
Llegados hasta aquí había que conseguir en un periodo de tiempo record la equiparación de los niveles de vida de la antigua Alemania comunista con la RFA.

¿Cómo conseguirlo?

Con la mayor emisión de dinero y deuda jamás vista en la historia reciente.
Los principales estudiosos del tema no se ponen muy de acuerdo y se baraja una cifra cercana a los 4 billones de Deutsche Mark (DM). Lo que al cambio de 1,96DM=1€, representa unos 2 billones de euros.
No está mal verdad.
El tipo de cambió se realizó 1:1; un Marco del oeste por un marco del este para los primeros 4.000 marcos y 1:2 para el resto a partir de esa cantidad.
También se daba a cada ciudadano del este (16,2 millones) 100DM en concepto de bienvenida.
Durante los primeros tres años se invirtió unos 450 mil millones de marcos, destinados principalmente a la modernización de las infraestructuras de la antigua Alemania del este.
La privatización de las empresas de la RDA dejaría un saldo negativo de 500 mil millones de DM.
 y en su conjunto se otorgaron subsidios  a los antiguos ciudadanos del este por un importe global cercano al 1 billón de DM o el equivalente a unos 500 mil millones de euros.
(Para que luego digan algunos que es imposible dar una Renta Básica Universal)
Como señalaba al principio la “Reunificación” no podía fallar tenía que salir adelante al coste que fuera y como fuera. Era la oportunidad para la expansión de Occidente sobre el “Imperio del mal”.

Fin de la reunificación

Finalmente el proceso de integración de la RDA en la RFA podía darse por concluido a finales del año 1.995 con bastantes ventajas añadidas; entre ellas la colonización por parte de Alemania/OTAN de los antiguos aliados del Pacto de Varsovia y el colapso de la URSS.
Hay que recordar que Yugoslavia, nación que mostro su rechazo a este proceso de integración y por lo tanto constituía una barrera a la expansión de la OTAN fue brutalmente  bombardeada y desmembrada por las fuerzas de esa coalición.
Por si fueran pocos parabienes; el régimen cubano de Fidel Castro, la mosca cojonera de los USA boy´s desde los años cincuenta, estuvo a punto de irse  al garete junto con la URSS. 

Llegados hasta aquí, la reunificación había generado una inmensa deuda e incrementado la masa monetaria alemana a niveles de vértigo.
¿Qué hacer para que estas magnitudes no terminaran en una orgía inflacionista?
El euro

Muy sencillo; centrifugar todo ese dinero hacía el resto de países del continente.
Pero esto no se podía realizar en DM, tarde o temprano el MD habría acabado depreciándose y creando una gran inflación.
Algo muy distinto sería si esa inmensa masa monetaria pudiera camuflarse en una moneda común y comenzar a prestarse a tipos de interés bajos. Esto tendría bastantes ventajas:
La primera trasladar esa inflación al resto de países camuflada en la nueva moneda.
También serviría mediante los correspondientes préstamos facilitados por la banca alemana para inundar esos países de productos “Made in Germany” que consolidarían la industria y banca alemana.
Una ventaja más era que cuando el proceso de centrifugación de los DM, camuflados en la moneda común, terminará habría un Banco Central Europeo que sería el garante de rescatar a la banca alemana de los excesos cometidos, al final el rescate se simplificaría rescatando directamente a los países deudores por la asunción de estos de la deuda de sus bancos.

Finalmente el euro fue adoptado el 16 de diciembre de 1.995 entrando en circulación el 1 de enero de 1.999.
Para entrar a formar parte del euro era obligado cumplir una sería de requisitos que casi ninguno de los países fundadores de esta moneda cumplía, pero había prisa por el lamentable estado de la economía alemana que en 1.995 había entrado en una nueva recesión.
Los países más avanzados del continente como Dinamarca, Suecia o el Reino Unido prefirieron preservar su independencia monetaria y no participar de lo que hoy sabemos era y es un instrumento de control del continente europeo por parte de Alemania/OTAN.
¡Bienvenidos al IV Reich! 
Lo que Alemania, derrotada en dos guerras mundiales, no pudo conseguir con sus tanques lo ha conseguido gracias a un Banco Central Europeo y una moneda común; el euro.

Resumen

La realidad me hace pensar que la actual UE y su moneda común son el resultado de una gigantesca operación de Inteligencia Militar.
Fraguada sobre la marcha ante la inesperada caída de la URSS.

Al día de hoy (finales de 2.014) cuando la siguiente fase del colapso económico acontecido en 2.008 comienza a mostrar su peor cara.

Cuando Europa, Japón y USA se ahogan en un mar de deudas.

Cuando el cambio climático comienza a mostrar sus fauces.

Cuando nos acercamos al escenario de agotamiento de los combustibles fósiles que han permitido alimentar a, unos pocos mejor que otros muchos, cerca de 7.000 millones de personas.

Cuando las sociedades construidas durante siglos alrededor del estado nación se desmoronan y la globalización divide el planeta entre ricos y pobres.

Cuando todos intuyen el fin de los USA como potencia dominante.

El juego de la guerra fría o tal vez caliente, esto no se sabrá hasta que suene el primer disparo, vuelve a comenzar.

Epílogo

Durante la época que llevó al colapso de la antigua Unión Soviética el que suscribe estas líneas vivió intensamente aquellos sucesos que cambiarían la historia.
Sucesos que los respectivos gobiernos y servicios de inteligencia trataron de apuntarse como una voladura controlada, realizada por ellos mismos, del sistema soviético.  
Ya se sabe: “A moro muerto gran lanzada”.

Se habló de un pacto con Arabia Saudí para hundir el precio del petróleo y  de esa forma acelerar el colapso de la URSS.
El siguiente gráfico demuestra la falacia del citado pacto.



Durante la década de los ochenta Arabia Saudí llegó a reducir su producción en cerca de 6Mbd en un intento de aumentar los precios del petróleo.

La caída de la Unión Soviética se debió a que el sistema de planificación centralizado que fue fundamental para la instauración del régimen comunista, para la victoria sobre las tropas Nazis, para realizar grandes infraestructuras  o para crear una importante industria pesada.
Falló estrepitosamente a la hora de satisfacer las necesidades de sus ciudadanos que apenas tenían acceso a bienes que en Occidente eran de uso cotidiano.
Con la llegada de Mijaíl Gorbachov a la presidencia de la Unión Soviética, este trató de corregir el problema de distribución de los bienes de uso básico con la creación de un sistema de mercado, que no una economía de mercado, que conllevaba profundas reformas del viejo sistema comunista.

Durante ese proceso la vieja guardia del partido asustada de la velocidad de las reformas intentaría reconducir la situación mediante un golpe de mano, conocido como el “Golpe de Agosto”  que finalmente fracasaría y aceleraría aún más la descomposición del régimen comunista y la URSS.


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